He de confesar que he leído pocas novelas más allá de las indispensables para la educación obligatoria. Sin embargo, «Aquel viernes de julio» es el libro que he leído que más me ha gustado. Quizá sea por mi creciente interés en conocer esa oscura parte de la Historia de nuestro país y, más aun si cabe, en la ciudad de Sevilla. Además, a esto se le suma la maravillosa descripción de Manuel de las dos realidades de la Sevilla de la época. La de los vencedores y la de los vencidos. Para mí, ambas realidades, además de presentarse en casi toda la obra, se representan en dos gestos: la mirada de Blas Infante antes de ser ejecutado y la sonrisa imperturbable de Lalo antes de ser disparado por el joven Quincoces. Ambos, vencido y vencedor, tuvieron un final similar; y ante esas dos situaciones se encontraba Borja. Para mí, estas dos realidades representan lo oscuro de una guerra que, encima, pecó de ser fraterna. No ganó nadie, solo quienes ostentaban el poder y los privilegiados.
Por último, el amor del joven por Rosario acaba haciendo que este encuentre su propia identidad, desmarcándose de los unos y no tanto de los otros.

Hasta aquí mi humilde aportación.

Seguramente resonarán en mi por varios días los golpes de fusil, el olor a pólvora y a injusticia, la mugre y la pobreza, la hipocresía y las formas, el Poder de los abusos del Poder. Y no será una sensación nueva, tanta literatura se inspira en escenografías que ya de por sí tienen el atractivo de lo vívido, de lo sufrido. La diferencia, desde mi punto de vista, es la construcción que realiza Machuca de la dimensión de esa sociedad y de la iluminación de sus características humanas. Conocer y conocerse a partir del amor y la pasión, hace que Borja, un simple mortal se convierta en un héroe trágico condenado al exilio. Es la explosión de esta pulsión, la de Eros, la que ya no le permite aceptar los esquemas instalados, como los que representan Josefina, las fiestas, el desorden. Es, para mi, este sino trágico de buscar su identidad, quién lo hace participar, a pesar de sí mismo, de riesgos que no buscaba, apareciendo Rosario como la portadora del fuego.
Es mi cuarta experiencia con este autor y la dúctil elegancia de su escritura es innegable. La elección y cuidado de la forma son puntos altísimos, tanto, que sus estructuras sumamente complejas se leen de modo fluido y limpio. Hasta aquí mi devolución formal. A partir de aquí un enorme abrazo de agradecimiento por tanta belleza

Eu identifico-me em muitas coisas com Borja, ao ponto de me apaixonar por Chari e sentir a sua perda quando eu, ou ele, navegávamos nas águas do Guadiana a caminho de um sitio desconhecido.
Agradeço-te Manuel Machuca teres conseguido tirar-me da minha vida real e me fazeres sentir Sevilha, os seus bairros, as suas gentes e sobretudo teres conseguido que me envolvesse no trama de uma guerra civil na qual eu consegui entrar e perceber em que lado em que estaria se lá estivesse.
Bem-haja meu amigo.

Manuel. Humildemente deseo comentarle las sensaciones que percibi al leer Aquel Viernes de Julio. Me hicieron recordar las historias contadas por mis abuelos cuando yo era muy pequeña. Ellos padecieron de cerca estos episodios de miedo, terror, deseperacion y tambien muerte. Al ir leyendo fui compenetrandome en el protagonista, conociendo la realidad de una ciudad, la crueldad y el amor, quien luchara en busca de su propia identidad. Me sorprendieron los dialogos y las situaciones entre los personajes, injustos y otros como se regocijaban al ver caer a los enemigos que eran seres humanos como ellos. Senti en cada linea la descripcion de una guerra, a mi manera de pensar injusta y absurda como todas las guerras. ME ENCANTO!!!! y desde estas secillas palabras felicitarlo por AQUEL VIERNES DE JULIO que me permitio recorrer miles de kilometros de Argentina a España y poder apreciar el mismo. Saludos. Nancy Herrera

Hola Manuel.
¡Qué maravilla que en abril presentas tu próximo libro! Lástima no poder estar ahí, pero desde México mis mejores deseos que no hacen mucha falta, ya que después de haber leído ?Aquel Viernes de Julio? y empezar ?El Guacamayo Rojo, me queda claro que no solo eres un excelente farmacéutico, sino también un gran escritor.
La novela me ha encantado, me atrapó de inmediato. Me ha trasladado en una forma sencilla y llana a lugares y momentos que me faltaban entender de la guerra civil española.
Y cuando digo sencilla me refiero a su lectura a su vocabulario, a esa manera amena de narrar una historia que te va conmoviendo, enojando, emocionando? Los personajes son gentiles, se van abriendo con la trama, cada página te va dando un indicio de quien es quien, hasta que los descubres.
Me agrada esta manera elegante en la que cada personaje maneja en una forma clara su postura social y como logras dibujar en cada uno de ellos sus emociones, su psique?personajes con vida propia que podría ser cualquier español de esa época.
Como llevas a Borja, enamorado de Chari, a buscarse a sí mismo. Como transformas ese amor ciego, en la vida misma de Borja.
¿Y qué de la amistad? Tan frágil, tan cuestionable, tan compleja como somos los seres humanos.
¿Habrán sido amigos de verdad? ¡Vaya tema para debatir horas y horas!
¡Y que de La doble mora!, Esta madre a la que le pesa más la vergüenza social que el amor por su hijo, y del otro lado, la ambivalencia de Borja, atrapado entre el entendimiento y la justificación hacia su padre
¡Al final me hiciste sufrir!, yo veía el libro y las hojas que me faltaban para terminar y pensaba:
?¿Es en estas cuantas páginas que Manuel le va a dar final a una historia que da para más?, ¿cómo la va a terminar?, ¡Quería saltar a la última hoja y leer por lo menos los dos últimos renglones y así medio suponer en que terminaría esto!
No lo hice ¡me aguanté!, solo leía más rápido, y bueno, ¡que ese final me sorprendió!
De nuevo emociones a flor de piel. El hechizo se había acabado, el enamoramiento también, la pasión ahora se transformaba en una realidad irreductible, o Borja tomaba una dedición o no habría futuro para él.
¿No son la muerte y el exilio la misma cosa? ¡Caramba!, ¡sí que llevaste al personaje al extremo!
De repente pensé en los refugiados que llegaron a México en el barco Sinara en 1939, y me pregunté -¿cuántos de ellos llegaron aquí sin querer, sin pensarlo, sin saber?-
En México se les recibió con gusto y el intercambio fue muy bueno. Llegaron a mi país médicos, arquitectos, boticarios, poetas, actores, y muchos niños que, como dicen ustedes ?hicieron patria?. Muchos, principalmente los niños, se volvieron mexicanos. Sin embargo la añoranza de los mayores por España siempre existió. Tu libro es un acto de reivindicación y reestructuración de un español con su historia para no repetirla.

Aquel viernes de julio es una novela muy bien narrada, que trata de una historia atrapante y fascinante encapsulada en un amor aferrante y imposible el cual se mantuvo vivo hasta el final, una amistad que empañada por el odio y la venganza? sin duda alguna una historia digna de una película

Ótima leitura! Remete o leitor a outro tempo, outro país em poucos minutos de leitura! mas traz na essência questões humanas atuais. Vale a pena conferir!!

Manolo me ha atrapado la historia desde el principio.
Retratas de manera muy gráfica lo que fue la alta sociedad y sigue siendo de esta Andalucía nuestra de agricultores y bodegueros de esta mi ciudad.
El personaje de Lalo que lo llegas a odiar, refleja el fanatismo y el odio que se puede llegar a tener por las ideas, totalmente de actualidad .
Me ha resultado de lectura facil
y me enganchó desde el principio. Desde que lo detienen trepidante. Enhorabuena, esperamos el segundo con ansiedad

me ha gustado la historia desde el principio.
Retratas de manera muy gráfica la sociedad nuestra de agricultores y bodegueros de esta ciudad.
El personaje de Lalo , refleja el fanatismo y el odio que se puede llegar a tener por las ideas .
Me ha resultado facil de leer. Me enganchó desde el principio. Enhorabuena, esperamos el segundo con ganas

Un libro fascinante, atrapante. El final es «no apto para cardíacos», nos deja con una mezcla de angustia, ansiedad, pena, y la ingenua esperanza de que va a volver en breve y reencontrarse con sus padres? necesitamos una continuación.
Felicitaciones Manuel!