2023-12-24 00:00:00

Y SI SIEMPRE FUERA NAVIDAD

Autor: Manuel Machuca

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Tranquilos, no; no es un artículo almibarado que eleva las cifras de azúcar a niveles celestiales por estratosféricos, aunque la Navidad esté en todas partes, como cantara Billy Mack en Love actually. No, no se trata de elevar la glucemia, por mucho que exista Ozempic para regularla luego, amén de quitarnos los kilos de más que nos esperan. Mi pretensión no es otra que la de comentar de forma subjetiva un artículo sobre la influencia de la Navidad en la actividad eléctrica anormal del núcleo subtalámico en pacientes con enfermedad de Parkinson[i].

No es mi pretensión entrar en detalles acerca de la actividad beta de los ganglios basales de pacientes con esta enfermedad. Basta con decir que dicha actividad se relaciona con el deterioro motor, al igual que mejora de forma significativa gracias a su supresión, bien por medio de fármacos como la levodopa, que eleva los niveles de dopamina el neurotransmisor que participa en funciones como la conducta motora, la emotividad y la afectividad, bien mediante la generación de estímulos que también conduzcan a mayores niveles de dicho neurotransmisor.



[i] Feldmann LK, Lofredi R, Al-Fatly B, Busch JL, Mathiopoulou V, Roediger J, Krause P, Schneider GH, Faust K, Horn A, Kühn AA, Neumann WJ. Christmas-Related Reduction in Beta Activity in Parkinson's Disease. Mov Disord. 2023 Apr;38(4):692-697. doi: 10.1002/mds.29334. Epub 2023 Jan 31. PMID: 36718788.

Lo cierto es que en el trabajo de Feldman y cols., que utilizó la grabación crónica de señales cerebrales en pacientes que celebraban la Navidad con amigos o familiares, se demostró de forma significativa una supresión del ritmo beta, de forma más acusada en la hora en la que se abrían los regalos, las cinco de la tarde, hora a la que los alemanes tienen por costumbre entregar los presentes navideños.

El artículo especula acerca de si el incremento de dopamina se debe al espíritu de la celebración o a la disminución de la actividad del paciente mientras festeja, pero recomienda vivamente la participación de los enfermos de Parkinson en las festividades. Y ahora viene mi pregunta: ¿Y si siempre fuera Navidad?

Sea una u otra la explicación, lo cierto es que ambas están relacionadas por un determinante puramente biomédico, la elevación de los niveles de dopamina cerebral, aparece mediado por una conducta social que tiene que ver con la red de apoyo al paciente, al hacerlo participar de tradiciones ancestrales propias de la especie humana, y facilitando su relajación en momentos importantes de la vida como este en el que la luz se abre paso entre las tinieblas.

Sea una u otra la explicación, insisto, no fueron los medicamentos que utilizaban los pacientes los que elevaron los niveles de dopamina sino el apoyo familiar; lo que contrasta con la importancia que le damos en la atención sanitaria a los determinantes sociales de la salud, o a la imperiosa necesidad que tenemos de priorizar la lucha contra las desigualdades sociales como primera arma no se solo de justicia, sino de terapia propia y ajena.

En una sociedad obsesionada por los fármacos de nuevo se demuestra, con significancia estadística, que no hay medicamento más potente que el amor al prójimo. Amar y permitir que nos amen, amar en comunidad, formar parte del otro y que el otro también nos sienta nuestro. Un amor hecho gratuidad del que jamás habrá desabastecimiento ni del que multinacional alguna podrá lucrarse, y al que podremos acceder sin necesidad de prescripción médica ni de abono de cantidad económica alguna.

Feliz Navidad, que todos nuestros días sean siempre Navidad. La Navidad está en todas partes y en todos los tiempos. Abre los ojos y el corazón para verla.

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Leida Barrios 2023-12-30 00:38:00
Excelente análisis.
Feliz Navidad Manolo!
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Johanna Sandí Lizano 2023-12-26 02:39:00
Gracias ?. Muy feliz Navidad, Manolo. ???